Interminables jardines que refrescan la mente y regalan postales, barrios que recuerdan a Gaudí y un casco antiguo que hace al viajero retroceder en el tiempo. Hay muchas cosas que ver en Ginebra. Más de las que el visitante se cree antes de llegar. Aunque a menudo se destacan otros rincones de Suiza (véase, por ejemplo, Gruyères), la ciudad de las instituciones tiene más que la sede de Cruz Roja y de las Naciones Unidas.
Ubicada a los pies del Lago Léman, sesgada por el río Rhône y asentada en el sureste del país alpino, tocando la frontera con Francia, esta urbe se presenta al viajero como una caja de sorpresas. Descubre en este reportaje las diez cosas más importantes que ver en Ginebra.
Qué ver en Ginebra: la sorpresa suiza
La Jet d’Eau, del lago al cielo
Sobrevolando las calles de Ginebra, incluso antes de aterrizar el avión, la Jet d’Eau ya recibe al viajero con una asombrosa bienvenida. Y no es para menos. Se trata de una fuente que dispara agua 140 metros hacia el cielo, convirtiéndose así en una de las más grandes del mundo. Construida a finales del siglo XIX, sus dimensiones se han ido multiplicando al tiempo que lo hacía su fama, hasta convertirse en un símbolo de la ciudad, como la Torre Eiffel en París o el Empire State en Nueva York. Monumentos con los que comparte el ser visibles a quilómetros de distancia. Siempre que esté encendida, claro.
El Jardin Anglais y su reloj de flores
Suiza es famosa por los relojes, pero hay pocos tan especiales como el Horloge Fleurie. Se halla en el Jardín Inglés y está compuesto mayoritariamente de flores, que adornan la esfera y los números de distinto color según la temporada.
El casco antiguo, un paseo con historia
Perderse por las calles adoquinadas del casco antiguo, subir y bajar escaleras alumbradas por faroles de pared, o admirar la panorámica de la ciudad desde lo alto de la Catedral de Saint-Pierre son algunas de las visitas imprescindibles que ver en Ginebra. Un viaje asombroso de 2.000 años en el tiempo. Una oportunidad de conocer, a través de los museos, la vida cotidiana de los ginebrinos que siglos atrás pisaron ese suelo, habitaron esas casas y frecuentaron esas tabernas.
De compras en Ginebra: artesanía y lujo
Cerca del casco antiguo, contrasta la zona comercial. A medida que el viajero se aleja de la Catedral de Saint-Pierre en dirección al lago, también regresa a la época moderna. Las callejuelas sinuosas se convierten de repente en grandes avenidas, los puestos de antigüedades desaparecen, dejando paso a tiendas de lujo y grandes cadenas. Joyería y alta costura en la Rue du Rhône, moda y electrónica en la Rue de la Croix-d’Or, Rue de Rive más adelante, o buena comida en la Place de Molard. Destaca en esta última Globus, un mercado repleto de restaurantes de todo tipo, donde se puede comer o cenar desde sushi hasta la típica fondue. Los amantes de la artesanía encontrarán su mercado soñado los jueves en la Place de la Fusterie.
Promenade de la Teille: el banco más largo del mundo
No existe en el mundo un banco tan largo como el que el viajero encuentra en el Paseo de la Treille. Sin duda, una de las visitas más curiosas que ver en Ginebra, pues son 120 metros continuados de asientos. Y, con ello, 120 metros ininterrumpidos de historias humanas: enamorados que se abrazan y se aíslan del mundo, ancianos que alimentan palomas, amigos que beben y ríen o turistas inmortalizando el momento armados con móviles y palos selfie. Debajo se extiende el Parc des Bastions, con el Muro de los Reformadores, las tablas gigantes de ajedrez y la pista de hielo en invierno.
Les Grottes: hipsters y Gaudí
Adentrarse en un cuento infantil, sumergirse en un ambiente de lo más bohemio o constatar el parecido entre el barrio y las casas modernistas de Barcelona. Les Grottes rompe el prejuicio de la ciudad monótona y gris. La forma ondulada de las fachadas, las terrazas con relieve y los estallidos de color en cada rincón componen los pintorescos edificios de este distrito de Ginebra. Una zona concebida por los arquitectos Frei, Huziker y Hundertwasser inspirados por la obra de Gaudí. Todo ello ha convertido este espacio, ubicado detrás de la estación de tren de Cornavin, en un punto de reunión de hipsters y artistas.
Las Naciones Unidas y la Silla Rota
La Ginebra más diplomática está representada por la sede de las Naciones Unidas, en el norte de la ciudad, dentro del Parc de l’Ariana. Más allá del conocido edificio, destaca en sus inmediaciones el monumento de la Silla Rota como símbolo de la paz mundial. Fue encargada por Handicap Internacional, una organización que defiende los derechos de las personas discapacitadas, dentro de una campaña de 1997 para pedir a los gobiernos que eliminasen las minas antipersona. En un primer momento, el gigantesco mueble, de 15 metros de altura y 5,5 toneladas de madera, tenía que estar instalado solo tres meses. No obstante, su impresionante aspecto y la idea anti-bélica que acarrea lo han dejado indefinidamente.
Jardin Botanique, la vuelta al mundo en 16.000 plantas
Para dar la vuelta al mundo no siempre se necesita tomar un avión. Las dalias, las rosas, los cactus, las plantas medicinales, las flores exóticas, los árboles infinitos y las balsas pobladas de plantas acuáticas transforman el Jardín Botánico en un pequeño planeta por el que viajar. Un espacio que ofrece al viajero la posibilidad de sentirse en otro continente a cada paso que da.
Los mejores parques de Ginebra: bienvenida desconexión
Aire puro, naturaleza, tranquilidad. Bancos de cuento, miradores al lago y árboles guardianes. Los tres mejores parques que ver en Ginebra se encuentran en el norte de la ciudad, sobre el barrio de Les Pâquis. Desde el dominio arquitectónico del Parc de l’Ariana, con museos y edificios históricos, hasta la inmensidad verde del Parc de la Perle du Lac y del Mon-Repos. Dos lugares maravillosos donde ver amaneceres y atardeceres, o simplemente sentarse a dejar las horas pasar.
Les Pâquis, el mirador del lago
Bonito de día, intenso de noche. El barrio de Les Pâquis ofrece, cuando sale el sol, una de las mejores vistas del Lago Léman. Una buena ocasión para caminar por el paseo que bordea el agua, tomar un café en alguna terraza o darse un chapuzón en sus baños termales. Pero, cuando se va la luz, el ocio nocturno engulle el lugar. Los bares de copas toman el protagonismo, con la sombra de las drogas y la prostitución.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Ginebra en el mapa
Dónde comer
Rue du Rhône 48, 1204 Genève, Suiza
Telf: +41 58 578 50 50
Dónde dormir
En Pâquis
Habitación privada en el piso de Michel
Precio: 78 euros / noche
En Chêne-Bougeries
Habitación privada en el apartamento de Rosa
Precio: 64 euros / noche