Admirar ruinas romanas por la mañana, pasar entre dos campaniles de San Marcos al mediodía, visitar la Estatua de la Libertad antes de comer, recorrer la sabana africana y la cordillera de los Andes por la tarde y acabar admirando las caprichosas formaciones rocosas de Capadocia antes de volver. Todo ello en un día y sin necesidad de tomar un avión. Te cuento cómo dar la vuelta al mundo sin salir de Barcelona.
Un templo romano escondido en el Born
Callejeando sin rumbo fijo por el barrio gótico de Barcelona puedes encontrar verdaderas maravillas. A pesar de ser una de las zonas más rebosantes de turistas, el Born esconde muchos secretos. Uno de ellos es el Templo de Augusto, o lo que queda de él. Tres imponentes columnas encajadas en un patio de luces de la calle Paradís número diez. Accesible desde la actual Plaça del Rei, se trata de una zona de culto imperial de la antigua Barcino.
Una Estatua de la Libertad en Barcelona
No hace falta cruzar el Atlántico y plantarse en Nueva York para ver la Estatua de la Libertad. Tampoco viajar hasta París para observar su réplica. En el mundo existe una tercera y se encuentra más cerca de lo que crees: en pleno centro de Barcelona. Está en el Passeig de Sant Joan, próxima al Arco de Triunfo. Se la encargaron al escultor Manuel Fuxà para presidir la entrada de la Biblioteca Arús y, 122 años después, sigue abierta al público. La primera biblioteca pública de la capital catalana, cuya herencia masónica es tan enigmática como su interior.
Dos campaniles en Plaça d’Espanya
Barcelona no está conectada por canales ni tampoco tiene las góndolas como vehículo icónico, pero existe un lugar en la ciudad que transporta al viajero a Venecia. Hablamos de las torres gemelas situadas en la embocadura de la avenida de la Reina Maria Cristina, en la Plaça d’Espanya, inspiradas en el campanile de la veneciana Plaza de San Marcos. Fueron diseñadas por Ramon Raventós como puerta de entrada a la Exposición Universal de 1929 y, aunque la idea original era derribarlas pasado el evento, finalmente decidieron dejarlas como elemento de decoración.
Mil plantas del mundo en Montjuic
Pasear entre acacias como si de la sabana africana se tratase, sentirse insignificante a los pies de una secoya californiana, deleitarse con el aroma del eucalipto australiano u observar los punzantes cactus de San Pedro, originales de la cordillera de los Andes. Todo ello es posible en el Jardín Botánico de Barcelona, ubicado en la montaña de Montjuic, con vistas privilegiadas de la ciudad. El parque se extiende en catorce hectáreas y alberga unas 1.352 especies de todo el mundo, una oportunidad ideal para dar la vuelta al mundo sin salir de Barcelona.
Capadocia en el Paseo de Gracia
Dicen que Gaudí quedó maravillado tras un viaje a Capadocia y, desde entonces, integró lo visto en su obra. Podría ser un mito, aunque lo cierto es que existen indicios para pensar que ocurrió algo así. La Pedrera, una de sus conocidas casas del Paseo de Gracia, parece sacada completamente de esta hermosa región turca. Observando su fachada principal se obtiene una ligera imagen del pueblo troglodita de Çavusin y las chimeneas de la azotea recuerdan a las chimeneas de hada de Üçhisar.
Una vuelta al mundo sin salir de Barcelona
Después de este recorrido circular habrás dado también una vuelta al mundo sin salir de Barcelona. Un viaje por los monumentos de Roma, Nueva York y Venecia y ante los paisajes africanos, californianos, australianos, chilenos y mediterráneos.
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