Largas melenas, neoprenos y coloridas tablas. El surf mola y cada vez son más los que se lanzan a probar suerte cabalgando las olas. Nosotros también. Y en un entorno privilegiado: la isla canaria de Lanzarote. “El Atlántico es ideal para hacer surf. El Mediterráneo es un lago, en comparación”, nos advirtió solo empezar nuestro instructor de Costa Noroeste, Máximo Sosa. Un maestro de lujo, con más de cuarenta años de profesión y cuatro campeonatos de España en sus vitrinas.
Caleta de Famara, paraíso del surf en Lanzarote
Era una mañana nublada, sin demasiado calor y buenas olas. Estábamos en Caleta de Famara, el paraíso del surf en Lanzarote. Bastó con recorrer la carretera de los bungalows al pueblo para comprobar lo especial del lugar. Un paisaje compuesto por la extensa playa de Famara, con sus característicos círculos de roca dibujados en la arena y las imponentes paredes verticales del Risco detrás.
Un sinfín de tablas coloreaban la zona del agua más próxima a la orilla y cientos de surfistas se elevaban coordinados al paso de las olas que buscaban romper. Allá llegamos nosotros, tabla en mano y enfundados en neopreno, listos para hacer surf en Lanzarote.
Surfear no es cosa fácil. Hay muchos músculos que intervienen y es indispensable prepararse bien. Cogidos de las manos, formando un círculo casi perfecto, nos juntamos para empezar a calentar. Primero los brazos, después el cuello, más tarde el tronco y acabamos con la cadera. Pero faltaba la parte más importante. ¿Qué olas debo escoger? ¿Qué pasos debo seguir? ¿Cuándo debo levantarme?
Son muchas las dudas que asaltan la cabeza de un principiante. “Hay muchas formas de surfear. Nosotros seguimos el método brasileño”, apuntaba Máximo. Los pasos eran los siguientes: encararse hacia la playa, elegir la ola, remar con los brazos cuando ésta se acerca, bajar la cabeza y levantar el pecho. Con esta primera fase, consigues “que la ola te lleve”, decía. Entonces llega el momento de levantarse: extender los brazos, tirar la rodilla rápidamente hacia el pecho, impulsarse con ese pie y colocar el otro cerca de la cola de la tabla, procurando de equilibrar el peso, con las piernas flexionadas. Y, ¡voilá!
La calma, clave para aprender a surfear
Las indicaciones estaban claras, pero el ansia siempre supera la paciencia cuando te lo pasas bien. “Esto no es como el fútbol, aquí lo más importante es la calma”, insistía Sosa, “no se debe probar lo segundo antes de comprender lo primero”. Y así, recordando los consejos a ritmo de reggae en la cabeza, volvimos a empezar. Una caída, otra caída y a la tercera fue la vencida.
No obstante, se debe ser realista. No saldrás de estas clases siendo un Kelly Slater, pero podrás defenderte frente a las olas. “Para levantarte en la tabla son suficientes un par de horas. Para surfear, necesitarás cinco años”, reconocía el cuatro veces campeón de España. Como todo, es una cuestión de práctica y tiempo. Eso sí, comprobarás que hacer surf en Lanzarote es una de las propuestas más divertidas en la isla. Y más acompañado de un equipo extraordinario.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Cómo llegar
Dónde comer
A media clase, se hace un break para comer. Se dan barritas energéticas, zumo y un bocadillo caliente.
Dónde dormir
La escuela dispone de una surf house (habitación doble por 250 euros/semana), apartamento (habitación doble por 295 euros/semana) y bungalow (habitación doble por 650 euros/semana) en Caleta de Famara.
Precios
1/2 día de surf, 25 euros
1 día de surf, 40 euros
5 días 2 horas por día de surf, 125 euros
5 días de surf 5 horas por día de surf, 200 euros