Ver mundo es todo un lujo, pero no hay nada mejor que recordar un viaje con algunas de las compras más destacables. Pequeños recuerdos de poblados auténticos, rincones de artistas, bazares orientales… Imágenes mentales que nos vuelven a la cabeza al mirar el perchero y ver ese bolso, o al abrir el armario y encontrar esos zapatos, o al buscar un boli en ese estuche, o al vestir ese top suavísimo que nos sedujo como un flechazo.
Todos tenemos una lista de los recuerdos más queridos. Esta semana nos vamos de compras por el mundo. En concreto, las más coloridas que hemos hecho. Y ya te lo advierto, se te van a ir los ojos con tanto color!
De compras por el mundo
1. Joyero maya artesano
¿Hay algo más colorido que un sombrero mexicano?
Muchas mujeres de pequeñas aldeas mexicanas dedican su día a día a tejer enormes telas y a hilar manualidades con fibras naturales con la riqueza cromática tan típica de este país. No pude resistirme a comprar más de una de estas encantadoras cajitas. Y además, tienen múltiples utilidades. Ésta, por ejemplo, la uso como joyero.
2. Shisha turca
Puede que las paradas de narguiles, también conocidas como shishas o cachimbas, sean casi tan abundantes como las de especias. Y es que cualquiera que pisa Estambul acaba comprando tanto unas como otras. Grandes y pequeñas, delgadas o rechonchas, lo que acaba haciendo que te decantes por una en concreto es, sin duda, el color. Puesto que el azul es el color del nazar, el amuleto turco comunmente dicho «ojo turco», nos decidimos por este ejemplar de mármol pintado. ¡Todo un encanto!
3. Zapatos neoyorquinos
No hay nada que me chifle más que los zapatos. Pero… ¿cómo no van a volverte todavía más loca si estás rondando por la gran manzana? Sí. Nueva York es la ciudad top para las compras, pero para las amantes de los zapatos, es todo un P-A-R-A-Í-S-O. Evidentemente, como forofa de estos complementos, fui en busca de algun modelo discretito y, en cuanto vi estas preciosidades, supe que no podía marcharme sin ellas.
4. Cuaderno de ilustración
Paseando por el centro de Amsterdam, me metí en una librería para refugiarme del frío por un rato. Después de haber estado bajo la lluvia durante todo el día y no haber visto el sol en horas, me iluminé con el fucsia chillón de este libro de ilustraciones para fashionistas de todas las edades. Su interior esconde estampados de lo más creativos y propuestas de diseños realmente inspiradoras.
5. Bolsos bordados
Mi segunda perdición (después de los zapatos, claro está) son los bolsos. Y ahora que ansiamos el verano con todas nuestras fuerzas, apetece revolver el armario y acordarse de pequeños tesoros. Les tengo a ambos un cariño particular, y es que a pesar de ser extremadamente delicados, son tan llevables como unos jeans.
6. Pluma fucsia
La libreta y el boli son elementos imprescindibles para un buen equipaje. Sin embargo, no hay forma más chic de tomar apuntes que hacerlo con una estilográfica. Pero lo es todavía más si ésta es, literalmente, una pluma de ave. De suave tacto y fino trazo, esta pluma fucsia es uno de los recuerdos más preciados que tengo de Bruselas. ¿Tendré que volver cuando se acabe la tinta?
7. Camaleón costarricense
Este fisgón animalito lo adoptamos en Costa Rica. También hecho a mano, nos enamoramos de él tan solo verlo. A parte de ser uno de los animales más divertidos del país, es también uno de los más simpáticos cromáticamente hablando.
8. Top de seda natural
Nunca antes había estado en Mojácar, y si una cosa recuerdo bien es el contraste de las casitas blancas con el colorido folklórico medio hippie medio bohemio de la gente y de las tiendas con un encanto especial. Este top lo encontré en una tienda llamada Bombay, y ahora, se ha convertido en una visita obligada siempre que bajamos de nuevo a Almería. Eso sí, siempre acabas saliendo con algo nuevo.
9. Estuche salmonete
Este simpático salmonete es de Don Fisher, una propuesta creativa de diseño de complementos inspiradas en la pesca y el mar. Este en concreto lo conseguí en Barcelona, pero actualmente se puede adquirir on-line desde muchos países. Son todo un capricho para los hipsters. Incluso hay quién les pone nombre.
10. Pañuelo jordano
En Jordania, los beduinos del desierto se protegen del sol con largas túnicas y pañuelos muy característicos por sus colores. No es extraño, andando por Petra o recorriendo el Wadi Rum, ver acercarse algún comerciante con un pañuelo en la mano para colocártelo al estilo local y tratar de sacarse un dinerillo. Y qué le vamos a hacer… acaba siendo una de las compras más populares para los visitantes.
Bien, pues tienes para elegir… ¿Con cuál te quedas?
2 thoughts on “De compras por el mundo. ¡Y que no falte el color!”